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Se acaba el verano, los días empiezan a acortarse, el sol es más suave, las jornadas de lluvia se suceden y el fresco (o frío) empieza a aparecer… Sí, estamos en otoño, la estación del año para los amantes de la nostalgia. Son 89 días y 20 horas para disfrutar de la caída de las hojas, de los colores cálidos en los bosques y de la humedad, del aroma a castañas y boniatos asados y… ¡de la astenia otoñal!

Y es que, la disminución de la luz solar y la bajada de las temperaturas pueden ocasionar la llamada astenia otoñal.  Como explican los expertos, se trata de un síndrome transitorio que aparece con el cambio de estación como reacción de nuestro organismo a los cambios medioambientales que altera nuestros biorritmos y el ciclo de vigilia-sueño. Y es que, a menos cantidad de luz, nuestro cuerpo se va adaptando al nuevo ritmo. 

La principal responsable de esta alteración, según algunos psicólogos, es la melatonina, la hormona encargada, entre otras cosas, de regular el sueño o la temperatura corporal. La producción de melatonina aumenta con la reducción de la luz solar y este incremento provoca una bajada de serotonina conocida como la hormona de la felicidad. El resultado de tener un mayor índice de melatonina y menor de serotonina es la aparición de la apatía, del cansancio, de la somnolencia o incluso de la tristeza.

Estos síntomas pueden durar unos días o semanas, puesto que el organismo se adapta y se regula. Sin embargo, podemos conseguir que se reduzca al máximo siguiendo algunos consejos. Por ejemplo: 

  • Mantén una dieta equilibrada y variada. Intenta comer alimentos ricos en vitaminas y en fibra (fruta, frutos secos, cereales integrales, verdura y legumbres) y sin olvidar las proteínas (pescado, huevo, carne baja en grasas). Esto te ayudará al buen funcionamiento del sistema nervioso y a estimular la producción de neurotransmisores que regulan las emociones.
  • No olvides hidratarte bien. Hay que seguir bebiendo, a pesar de que la sensación de sed se reduzca. Beber al menos 1 litro y medio de agua mineral. Y recuerda, también puede ser Vichy Catalan, agua mineral natural carbónica. 
  • Respeta los patrones de sueño y duerme las horas necesarias. Es importante mantener unos horarios más o menos fijos tanto para irse a dormir como para despertarse. Así lograremos regular los biorritmos y los estadios de sueño y vigilia.
  • Siempre es importante hacer ejercicio físico, pero en otoño más. Porque la tendencia es abandonarlo cuando llega el frío. Así que elige el deporte que mejor se adapte a ti, y no lo abandones.  Y recuerda, practicar ejercicio físico de forma regular y moderado relaja la mente por la secreción de endorfinas y mantiene el tono muscular.
  • Sigue con tus “baños de sol” para mantener un buen nivel de Vitamina D. Aprovecha los momentos del día en los que el sol es más agradable. Además, recuerda que la luz solar ayuda a levantar el ánimo ya que activa una serie de neurotransmisores y estimula la segregación de hormonas responsables de las emociones y del control biológico en función del día y la noche.
  • Y activa tu mente. Realiza actividades intelectuales que te estimulen y te motiven.