Generic filters
Exact matches only

La llegada del calor y los días más largos del verano incitan a salir a practicar deporte, pero precisamente, las altas temperaturas y la canícula pueden ser peligrosas para los que practican ejercicio al aire libre si no se siguen unos consejos sencillos. 

Antes de entrar en ellos, recordaremos las ventajas y beneficios de practicar deporte al aire libre, por encima de todos ellos, la salud. Si la práctica de deporte es regular y supervisada por un especialista cualificado, los beneficios para nuestra salud son numerosos. 

A nivel fisiológico notaremos ventajas de forma casi inmediata. El deporte mejora nuestra condición física, cardiovascular, respiratoria y músculo esquelético. Es decir, nuestro cuerpo estará más ágil, fuerte y moldeado. 

Por otro lado, hacer deporte regularmente favorece nuestro estado anímico, porque nos ayuda a la liberación de endorfinas. Nos invade la sensación de relajación y también calma el estado mental. Además, es una buena excusa para la desconexión de las pantallas, ayudándonos a despejar la mente, aumentando la capacidad de concentración y el desarrollo de la vista con el enfoque lejos-cerca.

Finalmente, la exposición a la luz solar nos permitirá captar más vitamina D, mejorando así nuestro sistema inmunitario. En definitiva, conseguirás un equilibrio cuerpo-mente. 

Pero para no tener problemas a la hora de practicar deporte al aire libre durante el verano, hay que tener presentes los siguientes consejos: 

  • Mantén una buena hidratación. Practicar deporte cuando hace calor conlleva una mayor pérdida de líquidos, es decir, sudamos más y hay riesgo de deshidratarse. Evita practicar deporte durante las horas centrales del día, de 12 a 16 horas de la tarde, para evitar un posible golpe de calor o el riesgo de una deshidratación severa. Elige las primeras horas de la mañana, o bien al caer la tarde, cuando la temperatura es más agradable y permite disfrutar del ejercicio. Pero sobre todo, recuerda beber agua de forma continuada. Hay que hidratarse antes, durante y después del ejercicio. Se recomienda beber 500 ml. dos horas antes, entre 100 y 150 ml cada 20 minutos durante la actividad, y 500 ml. después. Y recuerda, beber Vichy Catalan no solo te ayudará a hidratarte, también a recuperar las sales minerales que has perdido con el sudor. Y además, ¡Vichy Catalan no contiene ni una sola caloría!
  • Protege tu piel de la radiación ultravioleta. No olvides una buena crema solar con protección, porque la práctica deportiva al aire libre hace que tu piel pueda llegar a quemarse si no la proteges.  Elige también ropa ligera, de colores claros, y si puedes, protege tu cabeza con una gorra o con un pañuelo.
  • Adapta el ejercicio a tus posibilidades. Seguro que tienes muchas ganas de empezar a practicar deporte, pero recuerda, hazlo poco a poco. Elige una actividad física que vaya bien para estar en forma, pero que no suponga un gran cambio de tus hábitos. En verano, por ejemplo, los deportes acuáticos son muy recomendables: natación, surf, kitesurf, paddle surf, esquí acuático, windsurf, flyboard, piragüismo.
  • Adapta tu alimentación. Siempre te subrayamos la importancia de llevar una dieta equilibrada durante todo el año, pero en verano mucho más, sobre todo, si vas a practicar deporte de forma habitual. La alimentación debe estar relacionada en función del nivel y a la intensidad del ejercicio que vas a practicar. Pero es que, además, el verano es un momento ideal para añadir a la dieta alimentos de temporada sanos, deliciosos como, por ejemplo, las frutas y las hortalizas. La sandía y el melón son ricos en agua; la pera es rica en carbohidratos en forma de azúcares; las cerezas aportan antioxidantes; y las uvas y el plátano aportan magnesio y potasio.
  • Protección ante el Covid-19. No olvidemos tampoco que toca protegerse y proteger al resto. No salgas de casa sin la mascarilla y quítatela solo durante la práctica de deporte, a no ser que puedas seguir con ella, o sustituirla, por ejemplo, con pantallas de protección, que permiten respirar mejor.  Lo ideal es ir a sitios en los que haya poca densidad de población, como a la montaña, por ejemplo. En la medida de lo posible se recomienda evitar tocar nada ni a nadie y mantén la distancia de seguridad. Estando parado se recomienda mantener al menos dos metros de distancia con otras personas. Si vas caminando, la distancia debe ser de al menos cuatro metros. Y si se corre de forma suave (entre 8 y 10 km/h), la distancia debe crecer hasta los 10 metros. Es mejor ir corriendo en paralelo manteniendo un mínimo de 1,5 metros de separación, ya que por la inercia del movimiento, el viento generado llevará hacia atrás los restos de saliva.