Las personas necesitamos beber entre 2 y 3 litros de agua al día para que nuestro organismo funcione a la perfección. La mitad la podemos ingerir a través de los alimentos pero la otra mitad la debemos tomar bebiendo. Asimismo, en determinadas etapas de nuestra vida (niños, ancianos, embarazadas, o cuando pasas por alguna determinada enfermedad) incluso hay que aumentar la ingesta de líquidos pues una buena hidratación es imprescindible.
Y es que, los expertos indican que para nuestro organismo es muy beneficioso beber agua embotellada nada más levantarnos, para activar los mecanismos de limpieza de nuestro cuerpo, la forma más saludable de empezar el día. Pero ¿por qué es mejor beber agua embotellada?
Hay varios motivos, pero el principal es que su calidad. Y es que, el agua embotellada pasa por estrictos procesos de control. Una vez brota de su manantial para ser embotellada, el agua ha de cumplir unos rígidos filtros de control con el fin de asegurar su pureza original, pero también para asegurar que se conservan todas sus propiedades saludables y sus cualidades organolépticas. Es por ello, que el agua de la botella sale pura, limpia y depurada, tanto, que es apta incluso para los más pequeños de la casa (no es necesario hervirla para preparar las leches o papillas de los bebés).
Por otro lado, por ley, todas las aguas embotelladas deben indicar en sus etiquetas su composición química y sus características, lo que facilita al consumidor la elección de más adecuada para sus necesidades. Y es que no todas las aguas son iguales, pero lo que sí es cierto es que el agua es fuente de vida.
