Pocas acciones pueden parecernos más emotivas, románticas y sentimentales que comunicarse a través de un mensaje en una botella. Un acto inmerso de emociones que lleva décadas y décadas practicándose por el hombre. De hecho, y según el diario británico “The Telegraph”, la botella más antigua encontrada con un mensaje en su interior data de principios del 1900. Fue hallada en 2008 por una jubilada en la isla alemana de Amrum. La botella, que ponía “rompe” tuvo que romperse, efectivamente, para poder leerse la carta que en su interior guardaba desde hacía más de un siglo. En este caso, su mensaje no era para nada, como podía pensarse, del tono romántico que todos esperaban, pues la botella en cuestión fue lanzada al mar como experimento junto a otras miles más por la Asociación de Biología Marina de Plymouth, a petición de su expresidente George Parker Bidder, que trataba de descubrir las corrientes de aguas profundas.
Pero a nosotros lo que nos gustan son mensajes mucho más actuales y más románticos, como los protagonistas de nuestra última historia, “Mensajes en una botella”, un cortometraje firmado por el joven estudiante de audiovisuales Nil Santané, que ha realizado para nuestra marca. El corto, rodado en el pequeño pueblo de Beget en Camprodon (Girona), forma parte de su trabajo de final de grado y con él ha obtenido nada más y nada menos que matrícula de honor.
Nosotros no queremos ponerle nota, pues no seríamos objetivos. Lo que queremos es que disfrutes de este trabajo, forjado con el único objetivo de emocionarte gracias a la interpretación de jóvenes y talentosos actores, y la música original del compositor Àngel Valverde, interpretada por Ainhoa Sánchez Gonzalo, que participó en la última edición del programa “La Voz”.
Puedes ver el vídeo aquí.
