Generic filters
Exact matches only

Con permiso del coronavirus, este septiembre volveremos a enfrentarnos al inicio de un nuevo curso, lo que nos permite volver a fijar nuevos propósitos. Es el segundo mes del año, tras enero, ideal para marcarse algunos objetivos para mejorar nuestra calidad de vida. ¿Te apuntas? Aquí va nuestra propuesta de los 10 propósitos para septiembre. 

    1. Practicar más ejercicio. Lo más saludable, junto con una buena alimentación es practicar ejercicio. Recuerda que nos ayudará a quemar grasa, eliminar líquidos y, lo mejor de todo, a liberar endorfinas, por lo que además de ayudarnos a estar en nuestro peso ideal nos proporcionará una buena dosis de bienestar emocional. Puedes hacerlo en el gimnasio, al aire libre o en casa, con un buen tutorial.
    2. Comer mejor. Como cinco veces al día de todo pero no en exceso y reduce al máximo los alimentos súperprocesados, las grasas saturadas, los fritos y el exceso de sal. No olvides las frutas y verduras, y recuerda que el consumo de vitamina D activa el metabolismo.
    3. Mantener el color dorado de tu piel. Para conseguir un bronceado que nos dure más, lo ideal es mantener la piel en perfectas condiciones durante todo el año mediante peelings periódicos y una correcta hidratación. En septiembre, cambia el gel por el aceite de ducha y usa algún spray o crema prolongadora del bronceado. Además, incluye en tu menú algunos de los alimentos que ayudan a mantener del bronceado: zanahorias, pimientos rojos, espinacas, gazpacho, cerezas, sardinas, legumbres, aceite de oliva, pepinos, albaricoques, almendras, aguacate y salmón.
    4. Dormir mejor. Dormir mal y poco engorda, así que intenta descansar bien por la noche.La falta de sueño altera la parte del cerebro que nos ayuda a decidir y, esas alteraciones te pueden incitar a consumir más grasas y menos hidratos de carbono. Por otra parte, nuestra piel será la gran beneficiada de un sueño reparador ya que durante la noche las células de nuestra piel se regeneran más rápidamente.
    5. Beber dos litros de agua mineral al día. No olvides beber al menos ocho vasos de agua al día, sin esperar a tener sed. Esta es la clave de una buena hidratación, especialmente si pasas la mayor parte de la jornada en ambientes secos, como una oficina o un aula. Ya sabes que puedes hidratarte con un amplio abanico de posibilidades, desde la genuina Vichy Catalan, a los sabores sin azúcar o los Vichy Catalan Fruit, que además llevan zumo de fruta. 
    6. Ahorrar sin dejar de disfrutar. La pandemia del coronavirus nos ha ayudado a aprender a disfrutar de las pequeñas cosas, y además, sin salir de casa y sin gastar. Este septiembre mantén las costumbres como cocinar más u organizar videollamadas en grupo. También puedes aprovechar para comparar precios entre varias tiendas y hacer listas de la compra, fijarte en los descuentos y promociones y no ceder a los impulsos son sencillos trucos para ahorrar. Sigue el método japonés ‘kakebo’, el híbrido entre agenda y libro de cuentas que viene de Japón. Está estructurado por meses y semanas, y el único requisito para que funcione es ser constante y honesto. Cada día tendrás un espacio para apuntar lo que gastas en el apartado que corresponda: supervivencia, ocio y vicio, cultura o extras. A principio de mes se establecen unos objetivos mensuales y a final de mes toca hacer balance y sumar todos los resultados semanales.
    7. Ordenar tu casa. Si quieres cambiar tu vida, no podrás hacerlo hasta haber ordenado tu casa. Sigue estas claves: desecha y ordena. Tira todo lo que no usas y lo que no te pones y ordena ropa, zapatos, botones, pilas, cables sueltos, cajas y garantías de electrodomésticos, monedas sueltas, tarjetas de felicitación o monederos usados.
    8. Cuidarte y dedicarte algo más de tiempo. Otro de los beneficios de tener que quedarse en casa es que tenemos más tiempo. No lo malgastes y dedícatelo a ti. Dedica tiempo a leer, relajarte, ver clásicos del cine… Guarda al menos dos horas a la semana para hacer lo que más te gusta. Y no te saltes tus rutinas de belleza, especialmente la nocturna, tu cutis te lo agradecerá. 
    9. Dejar de quejarte. Piénsalo. A veces nos pasamos todo el día quejándonos. Qué frío, qué calor, qué sueño, qué ordenador más lento, todo me sale mal, esta comida está sosa… ¿Cómo nos sentiríamos si estuviéramos 21 días sin quejarnos? Según los psicólogos, 21 días es el tiempo que necesitamos para construir un hábito y acostumbrarnos a algo. Al cabo de tres semanas sin quejarnos en voz alta, dejaremos de hacerlo mentalmente, veremos los problemas de forma más realista y nos sentiremos más optimista y alegre.
    10. Aprender algo que nos interese. Un idioma, tocar un instrumento, cocinar o  coser… Pero no te embarques en todo, elige bien y solo una o dos. Márcalos en la agenda y dedícale tiempo cada día o cada semana. Elige algo que te apasione, porque lo que nos gusta nos resulta más fácil de aprender, y además, disfrutaremos con ello.